Las pymes son la columna vertebral de nuestra economía. En España representan el 99% del tejido empresarial y el 62% del PIB.
Los datos hablan por si mismos: hay 2.924.303 pymes, de las cuales 1.124.765 son microempresas (38,46 %), 157.799 son pequeñas empresas (5,39 %) y 25.644 son medianas empresas (0,87 %). Además, existen 1.616.095 de pymes (un 55,22 %) que no entran en las categorías mencionadas porque no cuentan con asalariados y tenemos 3.315.658 afiliados al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).
¿Y qué les está pasando? Que se asfixian, y si a ellos les va mal, a todos nos irá muy mal.
Los costes laborales son cada día más elevados -valga como ejemplo que las cotizaciones sociales se han elevado de forma exponencial en los últimos años y volverán a hacerlo en enero de 2023-; los costes totales, especialmente los suministros y la energía, subieron un 23% en el primer trimestre y, en consecuencia, se reducen los márgenes empresariales, empeora la liquidez, baja la competitividad de la empresa y se desploma su rentabilidad .
Un absoluto drama frente a quienes viven en otra realidad creyendo que las ayudas públicas les permiten llegar a fin de mes y mientras, los autónomos, emprendedores y empresarios se enfrentan a subidas de IRPF, impuesto de sociedades o cuotas a la Seguridad Social.
Vamos mal.
Muy interesante el indicador que ha publicado CEPYME