La piedra angular del crecimiento económico pasa por la creación de empleo, el fomento de un clima de libertad de acción para las empresas y una menor presión fiscal. Y hay líderes al frente de algunos gobiernos regionales que lo entienden y tomas las medidas necesarias, totalmente contrarias a la senda del Gobierno de España.
El mejor ejemplo lo tenemos en Madrid. Ayuso ha anunciado la deflactación de todos los tramos de IRPF para 2023, algo que supondría un ahorro fiscal de 330 millones de euros para los madrileños, con el fin de que los trabajadores y autónomos no pierdan poder adquisitivo por los efectos de la inflación.
Una medida que se suma a otras como la supresión de todos los impuestos propios de la Comunidad. Tener bonificado al 100% los impuestos de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones es algo muy beneficioso, y los resultados ya se palpan.
La Comunidad de Madrid lidera los rankings de captación de inversión extranjera, el 73,3% del total nacional; creación de empresas – 88 en el primer trimestre de este año, de las que 1 de cada 4 viene de Cataluña; contribución al PIB nacional, con un 19,3% del total; y empleo (según el informe publicado esta semana por el INE, de los cinco municipios con menor tasa de paro en España, tres pertenecen a la Comunidad de Madrid).
Medidas sensatas que, además, ayudarán a recuperar el consumo privado, una parte importantísima del PIB.