La nueva era Macron en la UE

Macron

Francia ha asumido la presidencia de la UE en un momento delicado para la economía de la Eurozona. Un momento en el que se torna especialmente necesaria la unidad entre países, pero también el esfuerzo común por aumentar la productividad, la generación de riqueza y empleo, reduciendo las tasas de paro y flexibilizando las normas fiscales.

En un escenario en el que en algunas economías, como la nuestra, el sector industrial está muy dañado (hoy conocíamos la noticia de que la industria española destruirá 300.000 empleos hasta 2030) y que el problema del paro amenaza seriamente la recuperación económica, el alto funcionariado europeo aboga por suavizar la presión fiscal, invertir en cadenas de valor y, a la vez, controlar el déficit y la deuda pública. Algo que vengo reclamando desde hace mucho tiempo.

Confiemos en que esta senda, abierta por el nuevo presidente de la UE, sea asumida por los países y que los dirigentes de éstos sean capaces de trasladar estas normas y bajarlas hasta el tejido económico real de cada uno de sus respectivos Gobiernos, apostando, como apunta Macron, por incentivar la productividad fomentando la reducción del paro y flexibilizando la presión fiscal para las empresas, verdaderas creadoras de empleo y riqueza.