Mientras esta mañana a los empresarios se nos atragantaba el desayuno, el Gobierno y los sindicatos tomaban café en La Moncloa para ‘celebrar’ la fumata blanca bipartita: el acuerdo de la subida de las cotizaciones de 0,6 puntos porcentuales entre 2023 y 2032, en un 80% a asumir por las empresas.
Una medida que no cuenta con el apoyo de CEPYME ni de CEOE porque es un ataque a la empresa en el peor momento, poniendo en riesgo la recuperación al erosionar la productividad y la competitividad de las empresas. “Es muy fácil tirar con pólvora ajena”, critican desde la patronal.
Hoy, Escrivá ha dicho que “todo el mundo tiene que entender que el Estado de Bienestar hay que pagarlo» y, sin duda, el acuerdo carga contra los de siempre; contra las empresas. Parece que el Gobierno no se da cuenta de que los intereses de aquéllas son los de todos los españoles que quieren trabajar. Y esto es lo que hace falta: más afiliados a la Seguridad Social.
El pacto es cortoplacista y oculta la realidad, que no es otra que precariedad laboral, temporalidad, difícil acceso de los jóvenes al mercado de trabajo y un futuro muy negro. Y esto no se arregla con más impuestos a las empresas ni haciendo fijos a los interinos, ni creando cada vez más empleo público.
Ya sabéis, cuando el sabio señala la luna, el necio se queda mirando el dedo.