Un buen nivel de educación puede salvar tu vida y tus ahorros

EdFin

La mejora de la educación debería ser un asunto de Estado y más en un país como el nuestro, que lidera el ranking de jóvenes con cualificación mínima.

España tiene el doble de jóvenes con baja cualificación que la OCDE: solo están peor que nosotros Turquía, México y Costa Rica.

Los datos hablan por si mismos: el 28% de los españoles entre 25 y 34 años no han llegado a titularse en Bachillerato o FP de grado medio y esto afecta, y mucho, a una participación exitosa en el mercado laboral. Y, por supuesto, afecta -y mucho- a la productividad de las empresas.

Por ejemplo, los fondos Next Gen demandan mano de obra cualificada para impulsar programas muy vinculados con la tecnología y, en muchos casos, no pueden salir adelante por la falta de mano de obra. Además, como las “actuaciones prioritarias” de los fondos son muy similares entre países, la competencia con nuestros vecinos para captar el talento disponible se dispara.

Hay otro tipo de Educación que también debería considerarse asunto de Estado porque se constituye, al igual que la reglada, un escudo de protección de los ciudadanos.

Hablo de la educación financiera. Nuestra compleja situación económica está aumentando la incertidumbre y la preocupación entre los consumidores y, según la encuesta de Competencias Financiera, casi la mitad de la población de entre 18 y 79 años (46%) cree que sus conocimientos financieros son “bajos” o “muy bajos”; solo el 58% de la población española comprende el concepto de inflación; y más del 75% reconoce que debe mejorar sus conocimientos en materia financiera para optimizar la gestión de sus propias finanzas personales.

Sin duda, es un tema que deberíamos abordar, tanto con una educación financiera aplicada en el sistema educativo, como con formación para adultos. Familias y ciudadanos en general, especialmente los colectivos más vulnerables, tenemos que formarnos en este aspecto y las instituciones públicas también tienen el deber de dar un paso al frente para garantizar mayor libertad y salud financiera de los españoles.

No tengo dudas: una buena educación te protege y puede salvar tu vida… y tus ahorros.