Tu estado civil influye, y mucho, en tu economía

solteros

En España, crece año a año el número de hogares unipersonales. Según el INE, ya hay más de 5.204.000, y eso significa que en más de una de cada cuatro viviendas vive una sola persona.

Esto es una tendencia porque se prevé que en 2035 sean 5.712.291, lo que supondría el 28,9 % del total.

Sin embargo, desde el punto de vista económico, es mejor estar casado que soltero, un segmento de población que, tras la pandemia y con la inflación por las nubes, se está quedando atrás.

La Oficina Nacional de Estadística de Reino Unido confirmó en 2019 que aquellas personas que viven solas gastan un promedio del 92 por ciento de sus ingresos disponibles, en comparación con los hogares de dos adultos, que gastaban el 83 por ciento.

La vivienda, la declaración de la renta o la comida salen hasta un 25% más baratas cuando se convive en pareja, según diversos estudios.

El precio de la vivienda, tanto en alquiler como en compra, es tan elevado que es casi imposible afrontar el pago individual y lo mismo sucede con el pago con un solo sueldo -o pensión- de los suministros, la cesta de la compra… Es lo que se llama la tasa single.

Está claro que compartir gastos es siempre más económico, y también lo es a nivel fiscal. Un matrimonio tiene la posibilidad de acceder a la declaración conjunta en el IRPF y recibe mejor trato en determinados impuestos, como el de Sucesiones y Donaciones.

Además, las personas solteras se enfrentan solas a cualquier posible gasto imprevisto (problemas de salud, averías, cambio de coche, etc.) y, aunque dispongan de ahorros para esas emergencias, corren el riesgo de una merma mayor de su economía o, simplemente, de no poder hacer frente a esas situaciones.

En cualquier caso, no se puede generalizar porque, por supuesto, hay familias en las que solo entra un sueldo -o ninguno- que hacen milagros para llegar a fin de mes.

La situación en España es compleja para todos.