¿Te podría dejar la crisis inmobiliaria china sin algún regalo de Reyes?

China

Hay muchas probabilidades, porque ya sabéis que cuando China estornuda el resto del mundo se resfría. Pasó en el ámbito sanitario con el Covid, y ahora pasa con la economía. De hecho, hay cálculos que estiman que cuando China baja un 1% su crecimiento, el resto del mundo se empobrece un 0.3%.

La economía del país asiático lleva años creciendo a un ritmo frenético y en gran medida ha sido gracias al mercado inmobiliario, ya que casi un tercio de su PIB depende de este sector, pero esa palanca empezó a fallar cuando las promotoras más grandes se vieron arrastradas por deudas millonarias.

En China, los compradores de viviendas suelen pagar por adelantado proyectos sobre plano que no han comenzado a edificarse. Estas “preventas” suponen entre el 70% y el 80% de las ventas de viviendas nuevas y los promotores necesitan ese dinero, que utilizan para financiar varios proyectos a la vez.

Cuando el Gobierno anunció la política de las ‘tres líneas rojas’ -medidas contables para limitar el volumen de los préstamos a los promotores- se cortó la financiación, y esa falta de confianza en el mercado también afectó a la disposición de los bancos a prestar a las inmobiliarias y constructoras. El gran perjudicado fue Evergrande, el gran holding inmobiliario que tenía una deuda de 300.000 millones de dólares, pero detrás fueron muchas otras.

Ante esa situación, muchas familias que compraron sobre plano cargan con pesadas hipotecas por propiedades que puede que nunca existan. El 70% del patrimonio de las familias chinas está en sus casas y ahora están optando por dejar de pagar, lo que provoca un efecto en cadena.

Frente a esto y con el objeto de evitar el colapso total, el Gobierno chino trata de revitalizar el sector dando facilidades para el pago de esas hipotecas, pero no lo están consiguiendo… y las tasas de crecimiento de China pierden fuelle.

A todo lo anterior se suma que viven una de las mayores sequías de la historia, que tienen una política de Covid cero con cierres totales frecuentes; que hay una fuerte tensión entre China y Taiwán que supone una amenaza para la economía y el comercio y, por supuesto, otro factor que no da confianza a los inversores: el control comunista sobre las empresas llegando, como en el caso de las tecnológicas, a entrar en el accionariado.

Estemos muy atentos a lo que allí pasa.