Fundamentalmente por su atractivo fiscal, tal y como recoge el ‘Informe de la Competitividad Regional en España 2021’-publicado por el Consejo General de Economistas- que se elabora a partir de indicadores como el entorno económico, el capital humano, el mercado de trabajo, el marco institucional, las infraestructuras básicas, la eficiencia empresarial o la innovación,
Madrid ha aprobado la mayor rebaja del IRPF llevada a cabo hasta ahora -pasando a tener el mejor impuesto sobre la renta de las principales capitales europeas- y ha suprimido todos los impuestos propios, siendo la única región sin este tipo de tributos.
Las consecuencias: la empresas apuestan por ella para invertir y crear empleo y los ciudadanos consumen más y aumentan su capacidad para invertir… y ahorrar.
En el polo opuesto se sitúa Cataluña, ya que es la comunidad con una media de tipos más altos en todos los impuestos y la que más tributos propios presenta (19).
Siempre he defendido políticas liberales de bajadas de impuestos, que faciliten a los empresarios, emprendedores y autónomos poder crecer y contratar, y Madrid es el claro ejemplo de que la fórmula funciona.
¡Ojala ese fuera el espejo en el que se mirara el Gobierno de España!