PGE’22: semáforo verde

Blurred View Of City Traffic With Traffic Lights, In The Foregro

Los presupuestos para 2022 son ya una realidad, a falta de su tramitación en el Senado, que supone una pésima noticia para las familias, autónomos, trabajadores y empresas, quienes pagarán las cifras insólitas de gasto público con un nuevo hachazo fiscal.

Aumento de cuotas a los autónomos, castigo al ahorro con la rebaja de la cantidad deducible en las aportaciones a los planes de pensiones individuales, tipo mínimo de sociedades al 15%, castigo a los grandes propietarios de vivienda, subida del impuesto de matriculación… Un suma sigue en unas cuentas que nacen con unas estimaciones macro económicas obsoletas, que no coindicen con las previsiones de ningún organismo, y que parten de un escenario económico de total recuperación que, por desgracia, está muy alejado de la realidad que sufren la mayoría de las empresas españolas.

España no necesita unos presupuestos del gasto que se financien con un #deuda pública que pagarán nuestros hijos y nuestros nietos, y nos dejarán hipotecados durante muchos años.

Lo que España necesita son políticas públicas eficaces y responsables que antepongan la competitividad empresarial y la creación de empleo al “reparto interesado” y los regalos de dinero público porque eso, no nos sacará del hoyo.