Acabamos de conocer los datos de paro de 2021, según los cuáles en año cerró con la creación de 776.478 puestos de trabajo. Esto supone un descenso de personas en desempleo que marca el mayor récord en 14 años, unas cifras que, sin duda, algunos de nuestros dirigentes utilizarán para sacar pecho y abanderar mensajes de crecimiento y recuperación.
Sin embargo, la otra cara de la moneda es que aún se encuentran en paro más de tres millones de personas, sin contar las afectadas por los ERTE Y lo que es más importante: sobre la mesa de la actualidad económica y política están las negociaciones de los convenios colectivos, la aplicación de la Reforma Laboral (ya veremos en qué términos finalmente) y una situación de inflación, que comienza a verse, como ya pronosticábamos algunos, como estructural.
Si los que tienen en su mano el futuro económico de nuestro país dependen de los caprichos de algunos partidos muy minoritarios, que proponen como principal objetivo desgastar o romper el país… seguiremos sin salud, sin economía y dependiendo solo de los ciclos económicos o de los vientos de crecimiento o decrecimiento que se generen en Europa.
Es decir, como la media… pero un poquito peor.