Ojo a lo que viene. Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, ha reconocido que una subida de tipos es posible en el mes de julio, coincidiendo con el final de las compras netas de deuda. Los indicadores económicos serán la clave, pero la inflación ya está dando las suficientes señales como para hacer saltar todas las alarmas.
¿Qué pasará si esto sucede? Pues que la subida será como misil directo a nuestra nariz, que afectará de lleno a nuestros bolsillos.
El incremento del índice, medio punto superior en un mes, elevará las cuotas de los créditos en vigor y empeorará las de las nuevas hipotecas. Adiós a la etapa de dinero barato que venía marcando la economía desde hace prácticamente ocho años. Después de varios conatos, el euríbor se ha instalado en positivo en la que es la mayor referencia desde el año 2015. La cifra aún es mínima, muy próxima al 0%, pero marca un cambio de tendencia.
La consecuencia directa de esta nueva política monetaria que está por venir tendrá su impacto en las hipotecas. O mejor dicho, en las cuotas de esos créditos que pagarán los ciudadanos.
Los últimos datos disponibles en las estadísticas de la Asociación Hipotecaria Española (AHE) indican que el saldo vivo de préstamos ligados al euríbor asciende a aproximadamente unos 455.500 millones de euros. Si los tipos de interés acaban al 1-1,5% muchas hipotecas supondrán un coste de 3000 euros más y esto, sumado al alza del IPC, de los combustibles, etc… hará que tengamos que ajustarnos de nuevo un cinturón que ya nos tiene con la respiración contenida.
Así lo he explicado en 7NN – Noticias: https://youtu.be/5loVHsAk9Xk